Nuestros rostros breves como fotos estaba compuesta por 6 piezas breves bailadas por 7 bailarines. Era una obra en la que el cuerpo pasaba por estados dispares: el aturdimiento, el silencio, el mareo, la euforia, la coreografía.

Escribía estos apuntes en un intento de definir esta obra:

“Nos apoyamos en ritmos obsesivos que nos aturden la razón y estimulan nuestro movimiento. ¿Cual es el resultado? Nuestros rostros, breves como fotos es una obra convulsa, un paréntesis de placer y dolor vivido y mostrado públicamente.

Nada es símbolo de nada, las cosas existen pasan como nos pasan, ningún gesto oculta o muestra nada más allá de lo que ves. Meterse las manos entre las piernas es un gesto más, es mucho menos doloroso que una bofetada.

Y mientras tanto, nuestros rostros como espejos…”.

Bailarines: Marisa Amor, Elena Alonso, Carlos Fernández, Elena Córdoba, Laura López, Nekane Santamaría, María José Pire - Iluminación y espacio escénico: Carlos Marquerie.

Estrenada el 25 de noviembre de 1998 en la Sala Cuarta Pared dentro del Festival de Otoño de Madrid.