Video instalación para 21 lavabos.
El Festival Proyector nos entregó a Ada Salas, David Benito y a mí, 21 lavabos vacíos de la antigua Tabacalera. Teníamos delante un soporte único: 21 pequeños mares, 21 paisajes o espejos en los que podíamos escribir un poema sobre el paso del tiempo.
Lo que muda no muere abre una mirada microscópica al paso del tiempo como agente constructor de la materia. Esta pieza plantea un juego de escalas haciendo perceptible aquello que es inaccesible al ojo y al oído, el flujo constante del cambio.
El horizonte (siempre mentiroso) se hacía palpable en esos lavabos, se propagaba en ondas, se podía tocar. La aparición y la desaparición se sucedían en un intervalo que las hacía próximas, casi iguales. El agua tintada de los lavabos emitía las imágenes como si siempre hubieran estado allí.
Los dispositivos visuales de El nacimiento de la bailarina vieja cambiaron de escala y se narraron a través de los poemas que Ada Salas escribió para esta instalación.
A Pepón Prades
El verso que titula esta pieza pertenece a Aprender de Ada Salas. Los dispositivos visuales son de David Benito, los poemas de Ada Salas y la edición de sonido de Nilo Gallego a partir de materiales de sonoros de María José Pire, Pepón Prades, Luz Prado, Elena Córdoba y Nilo Gallego.
Video instalación. Festival Proyector. Tabacalera promoción del Arte. Del 20 septiembre al 7 de octubre de 2018