Esta pieza era un solo dividido en dos partes, construido entorno a la figura y la voz de la contralto Kathleen Ferrier. La bailé en el año 1995 en el Teatro Pradillo dentro del ciclo “Danza y Chocolate con Churros”, una noche de danza que terminaba al amanecer. No conservo de ella más que un pequeño dossier.

Esta obra estaba dedicada al nacimiento de Alejandra Tokatlian.