En esta obra nos adentramos en estados físicos torpes y desprotegidos, en los momentos en los que perdemos el control de nuestra imagen, de nuestro equilibrio, de nuestras sensaciones, de la dirección de nuestros movimientos.

Dibujo de Carlos Marquerie

Dibujo de Carlos Marquerie

Bobos es una obra que habla del extravío, de cuerpos en un estado descolocado, de cuerpos que no saben dónde están y por tanto chocan los unos con los otros, chocan con los muebles, chocan contra todo lo que emprenden.

Bobos está construida sobre la ilusión del emprender, en esta obra se trabaja casi sin descanso, se realizan de una forma laboriosa e ilusionada, tareas inútiles que se disipan como el humo.

Es una obra que muestra a sus intérpretes como un grupo, movidos por similares resortes que siempre están fuera de ellos, huyendo de su individualidad hacia el anonimato, quizá como consuelo, quizá cómo distracción.

Son cuerpos que bailan danzas inútiles.

Son cuerpos de una belleza descompuesta.

Son cuerpos de una medida humana, es decir: que se cansan, que se marean.

Son cuerpos que quieren estar siempre dos metros más lejos de donde tienen su culo, es decir que tienen ilusión por que las cosas, dos metros más lejos, les vayan mejor.

Son y somos bobos atareados con las manos llenas de humo, bobos graciosos con el cerebro centrifugado, mártires bobos que valemos lo que podemos aguantar.

Soy tan débil que cualquiera podría caminar sobre mí sin auparse.

Bailarines: Lola Jimenez, Jorge Horno, Montse Penela, Emilio Tomé - Espacio escénico, películas e iluminación: Carlos Marquerie - Sonido: Javier Marquerie - Dirección: Elena Córdoba.

Estrenada en el Festival Escena Contemporánea, Sala Cuarta Pared, 13 febrero 2004.